La bioseguridad (BSG) en el sector porcino es una herramienta determinante para mantener la producción y competitividad, haciendo que disminuya el riesgo de entrada de enfermedades infecto contagiosas en las explotaciones ganaderas, a día de hoy, existe circulación del virus de la Peste Porcina Africana en muchos países de la UE y resto de Europa, hay presencia de Fiebre Aftosa en el norte de África, la Enfermedad de Aujeszky está presente en la fauna silvestre, concretamente en jabalíes en gran parte de Europa, además de otras enfermedades, sobre todo víricas, que no son de control oficial, pero que complican la producción porcina, como la Diarrea Epidémica Porcina (DEP), Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS), etc.
Es clave, garantizar la correcta aplicación de medidas de bioseguridad a todos los niveles en el sector porcino y así continuar con unos altos estándares sanitarios, para mantener a buen nivel la producción porcina, pues somos el mayor productor de la UE y uno de los mayores productores mundiales.
Por todo ello, el MAGRAMA en 2014 impulsó un plan estratégico nacional de bioseguridad para las explotaciones porcinas, en los años 2015 y 2016 se propuso la realización de Encuestas de Bioseguridad (E BSG) y para ello se elaboró un formulario valorando todos los elementos de bioseguridad que debe tener una granja porcina. En 2022 y 2023 se realizaron en Navarra 245 encuestas, buscando explotaciones en las que detectaron fallos en las encuestas realizadas con anterioridad (2015 y 2019).
Las encuestas se volcaron en una aplicación del Ministerio, llamada Biosegpor, donde se puede consultar por varios parámetros y preguntas concretas del formulario.
En este artículo queremos mostrar el resultado de las encuestas, respecto a los elementos de BSG externos más importantes de las granjas.