El pasado mes de julio, INTIA depositó en el Banco de Germoplasma del CITA de Aragón muestras de semillas hortícolas autóctonas de Navarra, recopiladas de huertos familiares y de personas conservadoras de semillas antiguas que han colaborado con gran interés en este trabajo de recuperación.
Esta acción forma parte de los trabajos que se están llevando a cabo en el marco del proyecto LIFE-IP NAdapta-CC, una estrategia integrada para la adaptación de Navarra al Cambio Climático, haciendo hincapié en este caso en la agricultura. Se trata de uno de los mayores desafíos para el sector agrario, dado que el clima es uno de los factores productivos más importantes que condicionan el desarrollo de los cultivos y la ganadería.
Una de las estrategias para esa adaptación de la agricultura es contar con cultivos bien adaptados al medio.
Esto pone en valor la gran resiliencia de las variedades locales. Por eso, una de las acciones llevadas a cabo por INTIA en el marco del proyecto ha sido localizar y recoger muestras de semillas de aquellas variedades hortícolas que, por muy distintas razones, llevaban años conservándose en el ámbito local y familiar pero que ya no se usan en la agricultura convencional. Muchas de esas semillas están además en riesgo de desaparecer. Para ello ha tenido que realizar un trabajo de búsqueda siguiendo la red social más antigua del mundo, la que va de persona a persona. El resultado obtenido va más allá de lo puramente agronómico, porque también ha servido para levantar acta de un modo de vida y una cultura rural que se está perdiendo.
Con las fichas de las primeras muestras de semillas recopiladas y catalogadas, fiel al compromiso de divulgación de los avances del proyecto, INTIA acaba de publicar una Guía de Variedades Hortícolas Locales de Navarra, donde se describen las peculiaridades de esas semillas antiguas y de sus zonas de producción.