La presencia de micotoxinas en los cereales es una preocupación a nivel mundial. Se trata de toxinas generadas por el metabolismo de algunos hongos y que resultan perjudiciales para seres humanos y animales, pudiendo ser dañinas si los contenidos en la dieta son suficientemente altos. Es por ello que su presencia, tanto en cereales como en otros alimentos, se encuentra regulada y puede suponer un problema en su comercialización.
En las condiciones agroclimáticas de Navarra resulta especialmente importante el seguimiento y control de esta problemática en el cultivo de maíz para grano. En los últimos años, con la incorporación de nuevas zonas regables del Canal de Navarra, el cultivo ha ido ocupando áreas más al norte, donde las condiciones climáticas para el cultivo son distintas. Es por ello que desde el sector se plantea la necesidad de conocer mejor el manejo del cultivo en esas condiciones, que permita limitar el contenido de micotoxinas en el grano y evitar posibles problemas futuros en la comercialización.
En este contexto, se establece la colaboración entre INTIA y la Cooperativa Agrícola de Artajona, que a través de un proyecto PDR pretende determinar la influencia del factor varietal, la fecha de cosecha, la frecuencia y la dosis de riego en el contenido de micotoxinas en maíz. Durante la última década, INTIA ha trabajado la sensibilidad varietal a Fusarium graminearum y Fusarium moniliforme, principales hongos generadores de micotoxinas en el cultivo de maíz en campo. Este proyecto ha permitido dar un paso más allá y determinar en laboratorio el contenido en micotoxinas de las distintas variedades, así como trabajar otros factores importantes como son las estrategias de riego y la fecha de cosecha. En este artículo se recogen los resultados del proyecto tras dos campañas de trabajo experimental.