El sector porcino tiene una gran importancia en Navarra tanto en el aspecto ganadero como industrial. Desde la incorporación de España a la CEE ha sufrido uno de los procesos de reconversión más importantes del agro navarro que ha llevado a una mayor concentración de las explotaciones, con la desaparición de muchas pequeñas granjas familiares, a una mayor tecnificación y profesionalización. La inestabilidad de los precios y la influencia de los mercados exteriores han sido y siguen siendo factores que inciden de manera directa, y a veces negativa, en la rentabilidad. Los ganaderos se ven obligados a aquilatar al máximo sus gastos de producción y conseguir el máximo número de lechones posibles para poder lograr esa rentabilidad. Pero, ¿cómo pueden saber que están haciendo lo correcto? ¿Cómo se determina cuál es la producción y relación de gastos ideal?
No hay recetas, evidentemente. La fórmula que ofrece el ITG Ganadero a sus ganaderos asociados es analizar todos los años una muestra de granjas, desde el punto de vista de la gestión técnica y económica. Ver su manejo y su rentabilidad. Y de este modo crear unos modelos de funcionamiento con unos datos medios. Así se obtienen modelos de "buenas" explotaciones y de otras "peores", frente a los que un ganadero puede posicionarse y hallar ideas de cara a mejorar su propio funcionamiento y, lo que importa realmente, sus resultados finales.
