El ITG Agrícola viene insistiendo en la necesidad de que las instalaciones de invernaderos reúnan un mínimo de características técnicas que permitan la creación de un clima adecuado para los cultivos. Pero está claro que ello exige una serie de dotaciones que faciliten un adecuado manejo y que a su vez las propias estructuras lo justifiquen. Y en este sentido siempre destacamos la enorme ventaja de las capillas sobre los túneles. Las capillas pueden justificarlas, los túneles no.
Pero para ello todas las explotaciones de invernaderos, capillas o túneles, necesitan una fuente de energía eléctrica. Y frecuentemente su ubicación se encuentra lejana para realizar una toma razonable. Esto condiciona en muchos casos la calidad de las estructuras de invernadero que se vienen montando, lo que constituye un contratiempo serio para el desarrollo del sector.
El ITGA decidió estudiar el empleo de energías alternativas y renovables para solucionar el problema de esas explotaciones y, para ello, estableció contactos con el Departamento de Proyectos e Ingeniería Rural de la Escuela de Ingenieros Industriales de la UPNA, y más concretamente con su director D. Paulino Martínez Landa. Finalmente, el estudio lo ha llevado a cabo D. Ignacio Sánchez Manero, como proyecto fin de carrera, mediante un convenio de colaboración entre estas dos entidades, y en él se han obtenido interesantes resultados. El presente artículo aborda de manera resumida este tema, con las primeras conclusiones del estudio que pueden aplicarse no sólo a los invernaderos sino también a otros tipos de explotaciones agrícolas y ganaderas.