En la actualidad, los sistemas de riego por superficie ocupan el 57% del área regable del territorio nacional, el 75,5% de la del Valle del Ebro (Plan Nacional de Regadíos, 2001) y el 85% de la de Navarra (Plan Foral de RegadÌos 2001). La amplia extensión que ocupan, así como los elevados volúmenes de agua que consumen hacen que sea imprescindible cuidar su buen funcionamiento para asegurar la sostenibilidad de la agricultura de regadío. Los estudios de uso del agua sirven para diagnosticar los problemas concretos que existen en las áreas regables y diseñar soluciones óptimas que los resuelvan, es decir, para planificar estrategias de modernización. Este trabajo presenta un estudio de uso del agua realizado por la empresa pública Riegos de Navarra en un área de riego por superficie que ha sido recientemente modernizada. Al comparar el antes y el después de la modernización se han apreciado claros beneficios en el ahorro y la gestión del agua, lo que ha redundado además en un cambio hacia otros cultivos más rentables. Los agricultores, gracias a esa mejora, han podido introducir cultivos de mayor margen económico aún presentando mayores necesidades hídricas.