Un nuevo uso del producto de la colza puede revolucionar su cultivo en los próximos años y abre, para los agricultores navarros de secano, la posibilidad de un nuevo mercado. El destino en este caso no sería la alimentación sino su transformación en un combustible limpio, alternativo al gasóleo, conocido como biodiésel. Se trata de un mercado hoy por hoy novedoso pero con buenas perspectivas de expansión ante el incremento considerable de los precios del petróleo y sus derivados, y el crecimiento de la demanda de energía en los países industrializados. Por otra parte en Europa hay una exigencia cada vez mayor hacia el uso de energías no contaminantes y renovables. La Unión Europea ha incorporado en la nueva PAC una ayuda de 45 €/ha a los cultivos energéticos, lo que resulta un claro indicativo de cuáles son sus objetivos a largo plazo. Los Planes de Fomento de Energías Renovables de España van en esa misma línea.
En este contexto, la colza se presenta, como uno de los cultivos más interesantes y que mejor se adapta a nuestras condiciones para producir ese tipo de combustibles. Ya está introducido como alternativa a los cereales, dentro de la necesaria rotación de cultivos, y sería mucho más interesante si con este nuevo uso se ganara en rentabilidad. Navarra cuenta además con la facilidad comercializadora que le brinda la cercanía de la Planta de Caparroso de EHN (Grupo Acciona), creada para obtener biodiésel a partir de aceites vegetales.
En este artículo vamos a informar a los agricultores sobre el biodiesel: qué es y de qué modo se emplea la colza para su obtención, hoy, en Navarra.