El purín producido en las granjas porcinas es un residuo orgánico líquido formado a partir de un conjunto de residuos originados tanto en las naves: con heces, orina, agua de desperdicio de los bebederos, aguas de limpieza de superficies, aguas de los equipos de remojado de animales, desperdicio de piensos y pelos; como en los fosos exteriores de almacenamiento: con aguas de lluvia, aguas de escorrentía superficial, aguas subterráneas.
Reducir el volumen de purines producido en la explotación es una tarea a la que deben aplicarse todos los ganaderos por dos razones:
Una Medioambiental, REDUCIR las emisiones al medio es uno de los pilares del desarrollo sostenible (reducir, reciclar, reutilizar) y otra económica, ya que en la cuenta de gastos de explotación, el capítulo de eliminación de purines representa un coste fijo por m3. Cuanto mayor sea el volumen de purín producido, el coste de eliminación por cerdo ó por kilo de carne aumenta.
Es también una cuestión de obligado cumplimiento para las explotaciones sometidas a la obtención de la Autorización Ambiental Integrada. Estas explotaciones deberán de emplear las Mejores Técnicas Disponibles en el control y reducción del volumen de purines producido en sus instalaciones.
No obstante, se trata de una práctica que interesa a todos los ganaderos por lo que desde ITG Ganadero queremos informar sobre las técnicas más adecuadas para lograr esa reducción y eficacia.
En este primer artículo nos ocupamos de cómo reducir el consumo de agua en las naves y más concretamente del agua desperdiciada con los sistemas de abrevamiento. En un segundo artículo veremos cómo minimizar el consumo de agua de limpieza y la entrada de agua parásita a los fosos (por fugas y aguas de lluvia).
