El balance final de la campaña cerealista 2007-2008 ha sido bastante negativo en la mayoría de las comarcas productivas de Navarra.
La producción ha estado totalmente marcada por una climatología excepcional, que ha afectado en sentido negativo al desarrollo de los cultivos extensivos de secano. Las lluvias, sobre todo, se han distribuido a los largo de los meses de forma muy irregular; ha habido agua en exceso en una época y, en cambio, una ausencia total de ella en meses tradicionalmente húmedos.
Al momento de siembra le siguió un periodo excepcionalmente seco. Las lluvias de primavera solo lograron salvar en parte los cereales sembrados y en algunas zonas. Pero esas mismas lluvias de primavera, más abundantes de lo normal, provocaron dos consecuencias negativas: la primera el rebrote de malas hierbas que tanto ha dificultado la recolección en muchas parcelas, y por otra parte, la presencia de enfermedades como la septoria o el fusarium que han llegado hasta la espiga, causando pérdidas importantes de rendimiento.
En este artículo se analiza a grandes rasgos la campaña por comarcas y se dan los datos más relevantes sobre las variedades sembradas y sus resultados productivos.