La agricultura en las últimas décadas ha sufrido importantes cambios teniendo en cuenta las herramientas y los problemas con los que se ha encontrado el agricultor a la hora de poder continuar mejorando su explotación.
La inestabilidad de los mercados de materias primas, el encarecimiento de las inversiones y de los inputs ha incrementado los costes de producción y el riesgo en las explotaciones.
Ante esta situación, surge la pregunta de: ¿se pueden rebajar los costes de producción incrementando los beneficios y mejorando el medio ambiente?
La respuesta está en la Agricultura de Conservación (AC).
La AC surge como una alternativa a la agricultura convencional, con el fin de mantener la fertilidad de los suelos, limitar la erosión y la pérdida del agua, realizando unos laboreos más superficiales o no realizándolos, buscando la disminución de costes y la mayor rentabilidad en las explotaciones agrícolas.
Con el fin de dar a conocer estas técnicas y ver su penetración en Navarra (España), se publica este artículo. Próximamente le seguirán otros dos, complementarios: el primero sobre el manejo de los restos vegetales y otro sobre los resultados obtenidos en los últimos años en los ensayos de campo realizados por el ITG Agrícola.