En los últimos años el cultivo de la judía verde casi ha desaparecido de los campos de Navarra, tanto en los invernaderos como al aire libre. Los motivos son diversos pero tienen como denominador común la baja rentabilidad. Se trata de un cultivo que demanda gran cantidad de mano de obra en la recolección, lo que provoca una subida del coste de producción que países terceros no lo tienen. En este sentido, Marruecos es el principal país origen de nuestras importaciones con cuyos costes nos resulta muy difícil competir. El ITG Agrícola, consciente del problema, quiere ofrecer una salida para este cultivo tradicional en nuestras explotaciones promoviendo su calidad y su diferenciación, ambos aspectos perdidos en muchos casos. Buscaremos un producto que sea valorado por su sabor, su calidad y por su forma de producción, respetuosa con el productor, el consumidor y el medio ambiente.