El emprendimiento en el sector agrario es clave para el mantenimiento de la población activa en el medio rural y supone un reto estratégico para toda la sociedad. No sólo permite mantener la actividad económica, la cual se está viendo desfavorecida por la migración a ciudades, también contribuye a proveernos de productos locales, de mayor calidad.
Analizando datos del Registro de Explotaciones Agrarias de Navarra (REAN), se observa que de las 19.230 explotaciones que hay en esta Comunidad Foral (con una media de edad de 63,5 años) sólo el 7% está en manos de jóvenes (con una media de edad de 31,9 años). Estas cifras indican que existe un problema de envejecimiento de la población activa agraria y ponen de manifiesto la necesidad de apoyar desde los organismos públicos al medio rural para regenerarlo con actividad económica sostenible.
Por todo ello, la empresa pública INTIA trabaja desde 2017 en el nuevo Servicio de Apoyo a la Creación de Empresas Agrarias cuyo objetivo es impulsar y acompañar la incorporación de jóvenes emprendedores al sector agrario, mediante explotaciones viables, tanto en producción ecológica como convencional. El grupo de trabajo de INTIA para la Instalación de Jóvenes en el sector agrario, dinamizado por Pilar Larumbe, tiene como reto resolver el actual problema de relevo generacional, hacer que el sector sea atractivo para los jóvenes y así evitar el despoblamiento rural.
Se trata de una labor muy gratificante ya que en el otro lado, el de los perceptores del servicio, nos encontramos a hombres y mujeres con ganas de emprender y que sienten verdadera vocación por la actividad agrícola o ganadera.
A través de este artículo, queremos dar visibilidad a esos jóvenes emprendedores, apasionados del campo, que se instalan en el medio rural. Y con su ejemplo, informamos a los futuros emprendedores de las herramientas de apoyo con las que pueden contar para crear su empresa o puesto de trabajo en el primer sector.