Los cambios socioeconómicos de las últimas décadas han favorecido el abandono de los montes navarros y la pérdida de las prácticas pastorales tradicionales empleadas en su gestión. Muchas zonas de pastos montanos se están matorralizando densamente con arbustos como el tojo u otea (Ulex gallii) en el norte de Navarra. La pérdida de estas superficies de pasto ocasiona una disminución de su potencial de alimento para la ganadería extensiva y una reducción del coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) pero también supone una pérdida de la diversidad florística, un mayor riesgo de generación y propagación de incendios forestales.
En el año 2014 se comenzó a trabajar en la recuperación de los pastos matorralizados de Orreaga / Roncesvalles a través de un proyecto PDR y en el año 2018 se amplió esta experiencia mediante el proyecto europeo Open2preserve. El objetivo de este proyecto fue crear un modelo de gestión de espacios abiertos de montaña en la región Sudoe (Portugal, España y Sur de Francia) basado en los principios del herbivorismo pírico (combinación de fuego controlado y herbivorismo dirigido) para la preservación de los servicios ecosistémicos y la calidad ecológica del medio natural. Para ello, se implementaron 8 experiencias piloto de herbivorismo pírico: dos en la región Norte de Portugal (Vila-Real y Bragança), dos en el sur de Francia (Pirineos Atlánticos y Pirineos Orientales) y cuatro en España (Galicia, Navarra, Cataluña y Andalucía).
Este artículo describe la implementación de la experiencia navarra y presenta resultados a corto plazo de la evolución de la vegetación tras la aplicación del herbivorismo pírico.