La enfermedad hemorrágica epizoótica o EHE, es una enfermedad infecciosa, no contagiosa, causada por un virus, que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes. Se transmite, como en el caso de la lengua azul, por picadura de unos insectos de pequeño tamaño del género Culicoides, ampliamente distribuidos por España y por Europa. Sus formas larvarias se desarrollan en zonas húmedas y con abundante materia orgánica como barro, estiércol o restos vegetales.
Al ser una enfermedad nueva en España, los animales no han desarrollado defensas inmunitarias contra la EHE y los más débiles mueren (en los vacunos se estima una mortalidad comprendida entre el 0,5 y 3 %) mientras que otros muchos acaban desarrollando inmunidad y adquiriendo resistencia frente a esta enfermedad.
En el ganado vacuno puede producir síntomas durante unas dos semanas, principalmente fiebre, pérdida de apetito, descargas oculares y nasales, aumento de la salivación, erosiones bucales, descamación del hocico, dificultad respiratoria, cojeras, abortos y malformaciones fetales. Los síntomas son comunes a otras enfermedades como lengua azul, IBR o fiebre aftosa.
El ganado ovino puede infectarse, pero no suele presentar síntomas y el ganado caprino es muy poco sensible a la infección. Afecta gravemente a los ciervos y puede afectar también a gamos y corzos.
No es una zoonosis ya que, en ningún caso se transmite a las personas, ni por picadura de insectos, ni por contacto directo, ni por el consumo de productos de origen animal.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), es una enfermedad de declaración obligatoria que afecta al comercio y movimiento de los animales.
Actualmente solo se dispone de tratamiento sintomático para la EHE ya que ninguno es efectivo frente al virus y en la Unión Europea no existe ninguna vacuna autorizada contra esta enfermedad.