El olivo es un cultivo mediterráneo muy extendido en la Península Ibérica. Durante algunos años, en la segunda mitad del siglo XX, sufrió una recesión en España que llevó al arranque de árboles, incentivado incluso por la Política Agraria de la Unión Europea. Eso hizo que la superficie de cultivo descendiera.
No obstante, a partir de 1988 se inició una lenta pero imparable recuperación.
Esa recuperación ha ido ligada a un mayor conocimiento, por parte de los consumidores, de los efectos beneficiosos del aceite de oliva para la salud y a la difusión de su consumo en países ajenos al ámbito mediterráneo, donde apenas se conocía. Eso ha provocado un aumento de la demanda de este producto para la alimentación.
Se están llevando a cabo nuevas plantaciones pero también con nuevos criterios agronómicos, más modernos, orientados a lograr una mayor producción y calidad. Eso se está consiguiendo con la mejora de las variedades tradicionales y la realización de plantaciones intensivas y super-intensivas.
Navarra no ha sido ajena a este fenómeno. El interés de los agricultores navarros por plantar olivos, llevó al ITG Agrícola a estudiar y experimentar con las distintas posibilidades que había en este cultivo: desde las variedades autóctonas, los tipos de plantaciones y podas, los sistemas de recolección mecánica, etc. Todo ello con el fin de poder asesorar correctamente a nuestros olivicultores de cara a la realización de esas nuevas plantaciones.
Entre otros trabajos, se puso en marcha un Ensayo de cultivares de olivo en el paraje de Montes del Cierzo, cerca de Tudela, encuadrado en un proyecto de estudio nacional, en el que participan 10 Comunidades Autónomas de España.
En este artículo ofrecemos un resumen de la labor que se ha llevado a cabo en los últimos años, centrándonos sobre todo en el tema de las variedades más adaptadas a las condiciones de cultivo de nuestra región. Un tema de gran importancia pues la elección acertada de la variedad resulta fundamental para la producción futura, dado que este cultivo es de "largo recorrido". Es decir, los frutos se recogen varios años después de la plantación y resulta muy difícil corregir "a posteriori" los errores cometidos en dicha plantación.