La vendimia ha comenzado en Navarra en las localidades ubicadas al sur de la región, en la zona de la Ribera Baja. Como es habitual, marcan el inicio y lo hacen con la recogida de las variedades Moscatel de Grano Menudo y Chardonnay. Durante los próximos días, se irán sumando el resto de zonas vitivinícolas: Ribera Alta, Valdizarbe, Tierra Estella y Baja Montaña y las distintas variedades de uva, blancas (Viura, Sauvignon Blanc, Garnacha Blanca y Malvasía) y tintas (Garnacha, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Pinot Noir, Graciano y Mazuelo), hasta completar el mapa vitivinícola de las denominaciones de calidad de esta Comunidad Foral, tanto DOC Rioja como D.O. Navarra.
Las previsiones realizadas por la sección de Viticultura y Enología del Servicio de Explotaciones Agrarias y Fomento Agroalimentario del Gobierno de Navarra (EVENA) auguran una cosecha de alrededor de 65 millones de kilos de uva. Esta cifra supone un descenso respecto a la campaña anterior que fue especialmente abundante de cerca del 20%.
En EVENA han comenzado también los controles de maduración de la vid para afinar al máximo con el momento de la vendimia. Semanalmente, los lunes en la zona de DOC Rioja y martes en las zonas de DO Navarra, los técnicos de la sección de Viticultura y Enología recogen muestras. Los datos se suben a la web del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y están disponibles para las bodegas en este enlace.
La menor cosecha y el ligero retraso de la campaña son consecuencia de las características del año climático.
Este año, la brotación de la viña se produjo con cierto retardo porque los primeros estados fenológicos de la vid estaban demorados. Los atisbos iniciales de la primavera fueron excepcionalmente fríos y provocaron que esta dilación del ciclo se haya arrastrado hasta el final de la maduración de las uvas. Las altas temperaturas y las numerosas olas de calor acaecidas en el verano han conseguido recuperar ligeramente el retraso acumulado y acelerar el proceso pero han hecho mella en la producción que se ha visto reducida. En concreto, el primer periodo excesivamente cálido coincidió con la floración y afectó al cuajado (número de granos de uva en los racimos) de variedades de uva como la Garnacha. Las lluvias han sido escasas salvo en casos puntuales de núcleos de importantes tormentas. Si bien, las altas temperaturas han afectado al viñedo, también han favorecido que prácticamente no se haya generado ninguna afección en la uva que presenta un estado sanitario excepcional. “Afrontamos la vendimia con grandes expectativas porque nos encontramos en nuestras viñas con uvas muy sanas que han sido muy cuidadas por nuestros viticultores. Esta condición y que vamos a contar con una cosecha moderada en kilos nos hace presagiar una añada de calidad excelente en los vinos blancos, rosados y tintos elaborados por las bodegas”, indica el presidente del Consejo Regulador de la D.O. Navarra, David Palacios.