Por segundo año consecutivo, la OPREC (Oficina de Prevención de Residuos e Impulso de la Economía Circular) del Gobierno de Navarra conmemora la II Semana del Desperdicio Alimentario en torno al Día Internacional, que se celebra en todo el mundo el 29 de septiembre y recoge el desafío de abordar el impacto social y ambiental derivado de las pérdidas de alimentos durante el COVID-19.
En el calendario de la Semana destaca la actividad, programada en Sartaguda, del innovador proyecto Buruxka que, organizado desde el Ayuntamiento de Yerri, impulsa la recogida de los alimentos que quedan en el campo tras la cosecha y que no se destinan a la venta. La iniciativa se basa en la recuperación de esa tarea –denominada tradicionalmente espigamiento- como valor social y ambiental, y cuenta con la colaboración de INTIA y de la UPNA y está cofinanciado por el Plan de Desarrollo Rural - PDR de Navarra 2014-2020 a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, que gestiona el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
Hay que recordar que, solo en nuestra Comunidad y según estimaciones del Ministerio para la Transición Ecológica, más de 115.000 toneladas de alimentos terminan al año en la basura, un 42% de las cuales se desperdician directamente en los hogares.
La OPREC coordina, desde 2017, la acción de Navarra en materia de desperdicio alimentario y organiza la Semana del Desperdicio Alimentario con el fin de sensibilizar sobre este problema. El año pasado los esfuerzos se centraron en el reparto de táperes a más de 500 hostelero y hosteleras con la idea de repartir toda la comida que se tira en los menús diarios que ofertan.
En el mundo se desperdician o pierden un tercio de los alimentos que se producen
Según las Naciones Unidas, promotora de este Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, en el mundo se desperdician o pierden un tercio de los alimentos que se producen, y esta cifra alcanza el 45 %, en el caso de las frutas y hortalizas.
El objetivo es concienciar sobre la importancia del problema y sus posibles soluciones a todos los niveles, y promover los esfuerzos globales y la acción colectiva para alcanzar la Meta 12.3 del Objetivo de Desarrollo Sostenible, que pretende reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita de aquí a 2030. También reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
La estrategia “De la granja a la mesa”, adoptada por la Comisión Europea este año 2020, como parte del Pacto Verde Europeo, incide en este compromiso y propone una serie de acciones concretas para permitir la transición a un sistema alimentario sostenible en la UE, que proteja la seguridad alimentaria y garantice el acceso a dietas saludables, y provenientes de un planeta saludable.
La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos es una parte integral del plan de acción de la estrategia europea.
La Comisión propondrá alcanzar los objetivos legalmente vinculantes para reducir el desperdicio de alimentos en la UE, para finales de 2023, y una revisión de las normas de la UE sobre fechas de "caducidad" y "consumir antes de" para finales de 2022.