Según el balance de 2022 de tomate de industria publicado por Navarra Agraria, la campaña del año pasado estuvo protagonizada por las altas temperaturas que se dieron durante todo el verano, lo que comprometió la viabilidad de las floraciones del cultivo. Así, en plantaciones tempranas de abril, las altas temperaturas provocaron la pérdida de la última floración, permitiendo una mayor agrupación de la cosecha y adelantando el ciclo, obteniendo rendimientos similares al año anterior.
En plantaciones más tardías (mitades de mayo en adelante) se obtuvo, en general, una menor agrupación de fruto comercial frente al fruto verde y sobremaduro. El intenso calor provocó un cese de la actividad estomática de la planta durante gran parte del día, que se tradujo en una mala movilización del calcio en la planta, provocando problemas de blossom (culillo) en fruto. Todo esto se tradujo en un descenso de la producción total.
Consulta este artículo de la revista: Tomate de industria. Campaña 2022
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