Esta primera edición de la feria resaltó el valor cultural, gastronómico y ambiental de este alimento en muchas zonas de Navarra, donde el interés por el cultivo del castaño está resurgiendo, como en Basaburua, donde se están recuperando castañares antiguos y promoviendo nuevas plantaciones.
El evento contó con una propuesta más técnica para el sábado 2 de noviembre, con la participación de personas expertas en el sector en torno a una mesa redonda. Por la tarde, se realizó un encuentro al que asistieron una treintena de personas, con la participación de INTIA entre el público, y que generó un intercambio de ideas entre las personas que acudieron. En la misma, Aintzane Kortajarena y Akaitz Sarasola abordaron la importancia del castaño en Euskal Herria; Mikel Díaz, técnico de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, explicó los trabajos realizados en torno a la identificación y recuperación de variedades autóctonas; Gilles Texier, castañicultor y productor; e Isidro Álvarez, compartieron su experiencia en la trasnformación y comercialización de productos de castaña.
El domingo 3 de noviembre, la feria, en la que hubo una amplia participación, se desarrolló debajo del robledal de Jauntsarat, un entorno natural que acogió múltiples puestos de productos locales centrados en la castaña, entre los que estuvo presente Reyno Gourmet con un food truck donde se ofrecieron recetas elaboradas a base de castañas. Además, se pudo visitar la exposición organizada por la Asociación de Ciencia Aranzadi sobre la cultura de este fruto en la región, degustar y catar diferentes castañas autóctonas, participar en talleres de cestería o contemplar una demostración de talla de madera con motosierra.
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